La citronela, conocida científicamente como Cymbopogon nardus, es una planta aromática popular por su fragancia cítrica y sus propiedades repelentes de insectos. Cultivar citronela en maceta es una excelente opción para aquellos que desean disfrutar de sus beneficios sin necesidad de un jardín espacioso. En esta guía completa, te proporcionaremos los pasos clave para cultivar y cuidar con éxito la citronela en macetas.
Elección de la Maceta y el Suelo
Al seleccionar una maceta para tu citronela, opta por una que tenga al menos 30 cm de diámetro y una profundidad similar para permitir un crecimiento saludable de las raíces. Asegúrate de que la maceta tenga buenos agujeros de drenaje para evitar el encharcamiento.
Para el suelo, elige una mezcla de tierra para macetas de buena calidad con buen drenaje. Puedes enriquecer la tierra con compost para mejorar la retención de humedad y la fertilidad.
Plantación de la Citronela
Selección de Planta: Puedes encontrar plántulas de citronela en viveros locales o centros de jardinería. Asegúrate de elegir una planta saludable con hojas verdes y sin signos de enfermedad.
La planta tiene una particularidad que es gran poder de enraizar, si conseguimos una planta grande y le podamos algunas secciones al ponerla directamente a tierra hay grandes probabilidades que prospere.
Preparación de la Maceta: Llena la maceta con la mezcla de tierra dejando un espacio suficiente para colocar la planta a nivel del suelo.
Plantación: Realiza un agujero en el centro de la maceta y coloca la planta de citronela de manera que el nivel del suelo de la planta coincida con el nivel de la tierra en la maceta. Rellena con tierra y presiona suavemente alrededor de la planta para eliminar bolsas de aire.
Riego Inicial: Después de la plantación, riega abundantemente para asentar la tierra alrededor de las raíces. A partir de aquí, riega la citronela cada vez que la capa superior de la tierra esté seca al tacto.
Cuidado Continuo
Luz: La citronela prospera en pleno sol. Coloca la maceta en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día.
Temperatura: La citronela prefiere climas cálidos y no tolera las heladas. Si vives en un área con inviernos fríos, considera trasladar la maceta al interior durante el invierno o proporcionar protección en forma de coberturas de plantas.
Riego: Mantén el sustrato húmedo pero no empapado. Evita el exceso de agua, ya que las raíces de citronela son sensibles al encharcamiento.
Fertilización: Alimenta la citronela cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante equilibrado. Sigue las instrucciones del envase para evitar la sobrefertilización.
Poda: Recorta regularmente las hojas amarillas o marchitas para promover un crecimiento saludable. También puedes podar la planta para darle forma y estimular un nuevo crecimiento.
Prevención de Plagas: A pesar de su capacidad repelente, la citronela puede ser susceptible a plagas como pulgones o cochinillas. Inspecciona regularmente la planta y aplica medidas de control orgánicas si es necesario.
Siguiendo esta guía completa de cultivo y cuidado, podrás disfrutar de una hermosa y fragante citronela en maceta. Además de añadir un toque cítrico a tu entorno, esta planta también ayudará a mantener a raya a los molestos insectos de manera natural. Recuerda que cada planta es única, así que observa y adapta tus cuidados según las necesidades específicas de tu citronela.
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